Justo empate a cero en Mestalla
Partido intenso pero con pocas ocasiones de gol el que se jugó en Mestalla entre Valencia y el Atlético de Madrid.
El Valencia ha demostrado que la distancia que había en juego con el Atlético de Madrid se ha reducido: el orden, el criterio y la calidad hicieron que ambos equipos dejaran en equilibrio la balanza. El Atlético de Madrid empezó mejor y cuando no estuvo por encima del Valencia, supo controlar a su oponente a base de confianza y experiencia.
El encuentro empezó con intensidad, sobre todo por parte del Atlético que se adueñó del balón y jugó muy cerca de la meta de Neto. El Valencia consiguió mantener el ritmo de juego a partir del cuarto de hora de juego. Puedo haberle costado caro al equipo valencianista, pero en el momento en el encuentro se ajustó, el equipo local era más dominador y el Atlético se encerró dispuesto a sorprender a la contra.
Ambos equipos se entregaron al máximo, sin dar respiro al rival y mostraban su solvencia para evitar cualquier sorpresa a base de concentración y orden táctico. Tanto control que se olvidaron de ocasiones de gol. Demasiado miedo al gol del contrario.
La mejor ocasión la tuvo el Valencia en un balón perdido por Kondogbia donde Vietto desaprovechó con un remate alto en el minuto 31. Hasta que el árbitro marcara el paso a los vestuarios, los dos equipos se soltaron un poco, con acciones de ida y vuelta, pero sin peligro en ninguna de las porterías.
La intensidad y la lucha continuaron tras el descanso, pero ambos equipos eran conscientes de que cualquier error podía ser definitivo. Mayor control del esférico del Valencia pero que no se transformó en un ataque agresivo ni incisivo, consciente de la fortaleza del Atlético a la contra.
Cuanto más nos acercábamos al final del partido, el equipo de Simeone recuperaba presencia y toque haciendo que el partido se igualara aún más.
Ninguno de los dos equipos renunciaba al ataque, pero ambos equipos eran conscientes de la importancia de obtener un punto ante la entidad del rival y del daño que podía hacer el otro a la contra. Los cambios demostraron intenciones ofensivas pero no hubo goles. Partido sin ocasiones, pero con buen nivel futbolístico.
La intensidad y la lucha continuaron tras el descanso, pero ambos equipos eran conscientes de que cualquier error podía ser definitivo. Mayor control del esférico del Valencia pero que no se transformó en un ataque agresivo ni incisivo, consciente de la fortaleza del Atlético a la contra.
Cuanto más nos acercábamos al final del partido, el equipo de Simeone recuperaba presencia y toque haciendo que el partido se igualara aún más.
Ninguno de los dos equipos renunciaba al ataque, pero ambos equipos eran conscientes de la importancia de obtener un punto ante la entidad del rival y del daño que podía hacer el otro a la contra. Los cambios demostraron intenciones ofensivas pero no hubo goles. Partido sin ocasiones, pero con buen nivel futbolístico.